Las mujeres y los hombres somos iguales en dignidad y, al mismo tiempo, debido a nuestras diferencias físicas, psicológicas, sociales y espirituales, nos complementamos. Cuando hablamos de igualdad aludimos también a la equidad, a la justicia y al equilibrio. Es decir, en la equidad de género se consideran tanto el valor de la persona como el respeto a su dignidad. La equidad implica igualdad de condiciones para todos los miembros del género humano, sin importar su sexo, origen étnico, nacionalidad o preferencias sexuales o religiosas.
“Para mi, no hay diferencia entre los hombres y las mujeres ya que todos pertenecemos al mismo genero: El genero humano.
Las diferencias físicas y psicológicas no importan lo que realmente importa el valor estético de la sociedad“
Juan Manuel Ortega Varela 13 años. 2G
Fuente de información: Libro de formación cívica y ética
Editorial: Castillo
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